El Presidente de México Andrés Manuel López Obrador rompió definitivamente lanzas contra Felipe Calderón Hinojosa, al acusar que su gobierno (2006-2012) fue un verdadero Narco-Estado, por la protección e impunidad que concedió a la delincuencia organizada.
El ex panista reaccionó indignado y rechazó los cargos imputados bajo el argumento de que se trata de una persecución política, una venganza.
Luego, para acabar de echarle gasolina a la hoguera, Calderón lanzó un dardo envenenado, con el comentario de que “yo no ando saludando a la mamá del Chapo Guzmán”.
Existe entre ambos políticos una rivalidad insalvable desde que Felipe se declaró vencedor en las urnas en la competencia por la Presidencia de la República, en 2006, contra AMLO que fue registrado como candidato del PRD.
Siempre se ha hablado que hubo fraude electoral y que los panistas de la época batallaron para cubrir las apariencias, pues sólo consiguieron acreditar una raquítica mayoría de votos, de menos del 1 por ciento.
Inclusive, la misma ceremonia de toma de posesión de FECAL estuvo a punto de cancelarse pues hordas de indignados perredistas tomaron la sede legislativa, justamente para arruinar el evento.
Calderón tuvo que ser llevado al recinto por una puerta trasera y la ceremonia duró apenas unos minutos, pues la violencia podía estallar en cualquier momento y alcanzar al Presidente electo.
De hecho, hubo zafarranchos entre policías federales, guardias presidenciales, soldados y perredistas, en las afueras de la cámara de diputados, pues querían impedir a toda costa que rindiera la protesta de rigor.
En una entrevista que ayer concedió Calderón Hinojosa a Joaquín López Dóriga, en su espacio radiofónico, el ex Presidente se queja de que es víctima de una venganza política, y presume que su administración fue la que más ha combatido a los delincuentes.
López Obrador usa como sustento de su acusación contra Calderón, el hecho de que su Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna está detenido en Estados Unidos y procesados por sus nexos con los grupos criminales.
Sus principales colaboradores de la época (todo el sexenio) están siendo requeridos por la justicia, por sus presuntas vinculaciones con los delincuentes.
Calderón Hinojosa ha negado sistemáticamente haber sabido que su colaborador era corrupto, pero otros miembros de su gobierno lo desmienten, al revelar a la prensa que le avisaron hasta por escrito, de los malos pasos de García Luna.
Tuvo la gestión del panista episodios de violencia que dieron en pensar en represalias por arreglos incumplidos o malos repartos.
Fue un escándalo y una conmoción social y política, la muerte del Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño Terrazo, en 2008, cuando el jet ejecutivo en el que viajaba se estrelló en calles del centro del entonces llamado Distrito Federal.
Acompañaban al joven político de origen español, el licenciado Santiago Vasconcelos, alto funcionario de la PGR, con fama de incorruptible.
Calderón nombró a Francisco Blake como reemplazo de Mouriño en Gobernación, pero también murió en otro accidente aéreo, a bordo de un helicóptero que se dirigía del Distrito Federal, a Cuernavaca, Morelos.
También el gobierno de otro panista, Vicente Fox Quesada, se vio manchado por la sospecha de homicidios encubiertos, pues su Secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, no sobrevivió a heridas producidas en un extraño accidente de un helicóptero oficial, en 2005.
Ramón Martín iba rumbo al Estado de México, para tomarle la protesta a una nueva camada de custodios del penal de Almoloya. El piloto de la nave encegueció con una nube de polvo que levantaron las aspas cuando aterrizaba, tomó vuelo pero a ciegas y se estrelló contra un cerro.
Genaro García Luna permanece detenido en una cárcel estadounidense, declarando lo que sabe acerca de los sobornos que recibía de los grupos delincuenciales, a cambio de protección e impunidad.
El gobierno federal mexicano inició un alegato jurídico encaminado a impedir que los bienes escriturados a nombre del ex funcionario de FECAL y de Fox, sean expropiados y tomados como propios, por el sistema de justicia estadounidense.
Es costumbre que los jueces del vecino país, otorguen sentencias de reclusión penitenciarias blandas y cortas a los ex funcionarios y políticos mexicanos que caen en sus garras, a cambio de que entreguen todas sus pertenencias, aún las mal habidas.
García Luna y su equipo de abogados defensores están diseñando una propuesta de colaboración con la justicia gringa, para salir lo mejor librado, en el sentido de la reclusión, pues todo lo que se refiere a bienes, en automático causan extinción de dominio.
El Presidente López Obrador ordenó que se investiguen los antecedentes de todos los funcionarios medios y superiores, de su sistema de seguridad y justicia, para que se descubra a los que trabajaron en el pasado, con García Luna.
La orden terminante es despedir a los que hayan estado bajo las órdenes del ex funcionario calderonista, por presumir que tienen el contagio de la corrupción.
Lo que llama la atención de la temeraria afirmación del Presidente López Obrador, de que FECAL encabezó un Narco-Estado, es que no actúe en consecuencia, pues hasta se preocupa por aclarar que el ex Presidente no es sujeto de ningún tipo de investigación.
Calderón está en su derecho de reclamar que lo enjuicien con tanta ligereza, como que se atiene a un manto de impunidad que nadie más puede ver.
Dice el esposo de Margarita Zavala que (AMLO y sus colaboradores) le van a hacer los mandados y que actúan así porque le tienen miedo y lo quieren ablandar.
Calderón y Margarita renunciaron al PAN y fundaron su propio partido, México Libre, con el que querrían competir en el 2024 por la Presidencia de la República, llevándola a ella como candidata.
El mismo sueño que tuvieron en su tiempo Vicente Fox Quesada y la señora Marta.
(Agencia de Servicios Informativos)
